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Elmo Renista

Los tres niveles de gobierno construyen una Tijuana de paz
1.- El gobierno de México no quita el dedo del renglón con Tijuana para su estrategia de seguridad. Las jornadas de paz han llegado a zonas de la ciudad que muchos gobiernos no querían ni pisar, pero los tijuanenses ahora tienen una voz que merece ser escuchada. La subsecretaria de prevención, Esthela Damian, tiene más que cubierto el territorio donde chicos y grandes reciben atención de sus necesidades. El día de ayer, nuevamente se reforzó la colaboración entre el gobierno federal, estatal y municipal. La gobernadora Marina del Pilar y el alcalde Ismael Burgueño estuvieron presentes en el inicio de las “Zonas de Paz”, con el que las comunidades rezagadas sepan que tienen opciones más allá de la vida de delincuencia. Este es un abrazo que llega de las tres órdenes a una población que más lo necesita.

2.- Yo sé que muchos quisieran que la lucha por los derechos LGBT+ se limitara al mes de junio y no “incomodaran” a la gente. Pero como dicen por ahí, disculpe las molestias pero les están matando. La comunidad de la Diversidad sexual es vulnerable a los delitos de odio todo el año, por ello, el diputado Jaime Cantón puso sobre la mesa la tipificación del transfeminicidio, una reforma importante a las leyes para que se fortalezca la justicia hacia las mujeres trans, que llegan a perder la vida por el simple hecho de estarla disfrutando. Baja California es una entidad progresista, aunque se espanten los mochos.

3.- Por primera vez en mucho tiempo se habla del PAN en Baja California, porque tuvo que venir toda la comitiva nacional a hidratar un muerto viviente que cada vez se tambalea más y no precisamente por el calor de Mexicali. Como sus figuras locales están muy, muy pálidas, la dirigente estatal, Liz Mata, tuvo que presumir la asistencia de “Ricky Riquin Canallin”, quizás la única voz con algo de peso que le queda a Acción Nacional. Jorge Romero le “apostó” su posición como presidente a la presidenta Sheinbaum, yo creo pensaba que estaban en la Arena México en un máscara contra cabellera. Nada más faltó Lilly Téllez y su megafóno, a ver si hacía el ruido suficiente para alguien volteara a ver a los blanquiazules en el Estado.

4.- Chávez Jr. no se llevó 100 puntos en la tarjeta de su pelea el sábado, pero a lo mejor sí se va a llevar unos 25 años de prisión. Ya tenía rato cargando con una orden de aprehensión en México y por andarse humillando en una pelea de boxeo arregladísima en Los Ángeles, terminó deportado y entregado a la FGR para que lo procesen en el bote luego de sus nexos al Cártel de Sinaloa. Uno pensaría que no podía caer más bajo el hijo de la leyenda o que superar la controversial vida de su padre estaba complicado, pero parece que el Junior decidió ganarle la batalla de la delincuencia a su padre. Mínimo, con el billete que se llevó el sábado pasado al subirse a ser vapuleado por Jake Paul, su familia va a quedarse tranquila unos años. Lamentable la decadencia de quien alguna vez fue una figura del deporte nacional.
